Es
muy habitual ver antes de dar comienzo un encuentro, en la media
parte de éste o durante algún ‘tiempo
muerto’,
a los componentes del equipo reunirse en torno al entrenador y formar
un corrillo cerrado desde el que reciben instrucciones y se dan las
diferentes consignas para el partido.
Esta
práctica se llevó a cabo por primera vez en un partido de fútbol
americano en la década de 1890 y fue de Paul
Hubbard,
el quarterback del equipo de la Universidad
de Gallaudet, (en Washington
DC) de quien surgió la idea.
La
Universidad de Gallaudet era (y sigue siendo) una institución
cuyos alumnos eran jóvenes sordos, por lo que se comunicaban las
instrucciones a través del lenguaje de signos y con el fin de que
los rivales no pudieran saber cuáles eran las órdenes que se
iban dando, Hubbard ideó el realizar un corrillo alrededor de él.
Una
idea que gustó al resto de equipos contra los que se fueron
enfrentando, debido a que antes de finalizar esa década ya era
una práctica que había sido copiada por otros conjuntos y
posteriormente llevada a cabo también en otros deportes de equipo.
NACHO 4ºC
ResponderEliminarMe ha parecido muy curioso como una práctica tan generalizada en la mayoria de los deportes tenga el origen en una universidad para sordos.
Visto de esta manera tiene más sentido porque al estar en círculo el otro equipo no puede ver los signos que hace el entrenador. Aunque también es muy útil para el resto de los deportes, ya que así es más dificil que el otro equipo se entere vuestra táctica y además todos pueden escuchar mejor.